Seguro que muchas de las noticias que recibimos estos días echan la culpa a COVID-19 por el desabastecimiento de muchos productos, desde bicicletas hasta webcams.
Hemos visto marcas como Decathlon, sin bicicletas en sus pasillos, empezando a vender bicicletas con componentes más sencillos para poder tener productos a la venta.
Y todo es un poco más complejo que «la culpa es del Coronavirus». Según se producían los confinamientos primero y las desescaladas después, se ha ido produciendo una serie de sucesos, con caídas en unos sectores y pedidos disparados en otros, como la electrónica para pasar más tiempo en casa. Esto ha hecho que el aumento de tráfico sea muy elevado. Pero la escasez de contenedores empeora la escasez de capacidad de carga, ya que los barcos vienen con todos los contenedores llenos, pero vuelven sólo con una parte de esos contenedores con carga. Esa escasez en la capacidad de carga, por el aumento de pedidos, está empeorada por la capacidad portuaria, que está empeorada de nuevo por la escasez de contenedores de carga, empeorada a su vez por la escasez de camioneros, lo que al final lleva a la escasez de todo tipo de bienes de consumo. Y no acaba ahí, porque hay industrias como la de los chips, que afectan a todo tipo de industrias a su vez, que está compitiendo por el silicio con la industria farmacéutica, que necesita este producto para producir viales para las vacunas. La tormenta perfecta.
Todo esto más explicado y ampliado en el siguiente video (en Inglés): https://www.youtube.com/watch?v=b1JlYZQG3lI
