En Inglaterra han tenido uno de los periodos más largos de cierre (lockdown) de toda Europa. Según se relajan las restricciones están creciendo las dudas sobre si los clientes se sentirán seguros y volverán a los comercios, y se está comprobando que entre todas las preocupaciones, una que surge es la ansiedad por la compra.
Si ya previamente a la pandemia existía desagrado por las colas y las tiendas masificadas, esta preocupación se ha disparado con la posibilidad de contagiarse de COVID-19. Muchos comercios han cambiado su forma de trabajar, introduciendo la venta online, la entrega a domicilio o la recogida directa de pedidos, para evitar colas.
Un reciente estudio estudio de la consultora McKinsey muestra que el 15% de Europeos han comprado desde fruterías online que no habían visitado nunca previamente. Esto son malas noticias para el sector retal, que ha visto cómo se incrementaban las compras online y se reducían los salarios. Si las tiendas no consiguen atraer a los compradores, no se podrán recuperar de las consecuencias de la pandemia.
La tecnología puede ayudar a que los clientes se sientan seguros. Una de ellas es el control automático de aforo, que muestra en tiempo real la cantidad de gente o lo masificado que está un local. En España esta tecnología, entre otras, la ha implementado los supermercados Consum.
La tecnología, junto con la campaña de vacunación, pueden conseguir que los clientes se sientan seguros en su vuelta a las tiendas.
Fuente (en Inglés): https://techxplore.com/news/2021-04-covid-anxiety-simple-piece-tech.html