Ejemplos de facturación de autónomos necesaria para ganar 1000 euros

La facturación de autónomos es una cuestión que suele resultar confusa, sobre todo, durante los primeros meses después del alta. De hecho, las numerosas dudas que suscita suelen acabar en sanciones por parte de la Agencia Tributaria o, al menos, en notificaciones por parte de las autoridades.

Con la finalización de la campaña para la Renta 2022, llega el momento de comenzar a planificar las obligaciones tributarias. ¿Ya tenéis elaborado el calendario con los impuestos y las trimestrales? Con independencia de la respuesta, queremos mostraros un ejemplo para que comprendáis cuánto necesitaríais facturar para ganar 1000 euros.

Cuánto hay que facturar para ganar 1.000 €

La realidad de los trabajadores por cuenta propia está vinculada al pago de distintos impuestos derivados de su actividad, como bien sabréis. Sin embargo, conviene repasarlos para que comprendáis de qué manera afectan a vuestras declaraciones. De esta manera, entenderéis cómo llegamos a determinar la facturación necesaria para ganar 1.000 €:

  • IVA. El Impuesto sobre el Valor Añadido se recauda por parte de los autónomos en nombre de la Agencia Tributaria. Después, se declara al finalizar cada trimestre fiscal para abonarlo de la manera correspondiente. Posteriormente, con la Declaración de la Renta, se pretende solucionar cualquier irregularidad en este sentido.
  • IRPF. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas grava el rendimiento económico que reciben por su actividad profesional. Desde el año 2015, esta cantidad ha quedado fijada en el 15 %, aunque durante los dos primeros años es del 7 %, algo menos de la mitad.
  • Cuota de autónomos. Recordad que este 2023 se sustituyó el sistema basado en antigüedad por uno de tramos. Por tanto, las cotizaciones se calculan periódicamente en función de lo que cobréis. La tarifa plana, por su parte, ascendió a 80 € (60 € para quienes la percibieran desde antes de la reforma).

Partiendo de los tres criterios anteriores, no sería difícil averiguar cuánto debéis facturar para ganar 1.000 €. Con esto, nos referimos al beneficio «limpio» que sacáis después de terminar el mes. Estaríamos hablando de unos 1.640 €, tomando como referencia una cotización correspondiente de 280,39 € a la Seguridad Social.

Obviamente, no estamos incluyendo los gastos de material, teléfono ni desplazamiento, que pueden desgravarse en la Declaración de la Renta. Lo mismo sucede con el alquiler de oficinas o la cuota para la zona de coworking, que también son susceptibles de descontarse en el mes de junio.

Consejos de facturación para autónomos

Después de haber visto cómo quedaría vuestro sueldo después de aplicar la fiscalidad para trabajadores por cuenta propia, es importante daros varios consejos. El primero de ellos es que no minusvaloréis la externalización con un asesor tributario. Más allá de manteneros informados, también evita que sufráis multas de la Agencia Tributaria por olvidar cualquier obligación.

  • Numerad siempre las facturas. Con fines de identificación ante Hacienda, debéis tener siempre un código numérico para cada una de las que emitáis.
  • Actualizad los libros contables. Este documento es imprescindible para llevar a cabo una correcta gestión de los impuestos, y podéis recibir una inspección.
  • Recordad las facturas sin pagar. Cuando un cliente no ha abonado el capital pendiente, la ley os obliga a forzar su pago. Para ello, deberíais acudir a un proceso monitorio a una denuncia directamente.

Por su parte, los software de gestión para trabajadores por cuenta propia son indispensables si estáis empezando. Incluso cuando tengáis un cierto recorrido profesional, una mayor facturación será difícil de controlar sin un programa para ello. Recordad también que está a vuestra disposición solicitar el bono digital para autónomos.

La numeración correlativas es fundamental en vuestra facturación como autónomos

Conceptos más importantes para la facturación

Resulta común —y comprensible— tener dudas durante el proceso que abordamos. Hay una gran cantidad de conceptos que intervienen y que llegan a complicarlo cuando no se dominan. Nosotros queremos poner el foco en algunos que os resultarán especialmente problemáticos al principio.

El primero de ellos es la dualidad del IVA:

  • IVA repercutido o devengado. Es el que abona el cliente al recibir los servicios que vosotros le habéis proporcionado.
  • IVA soportado. Es el que recaudáis en nombre de la Administración y que podéis deduciros según la circunstancia.

Por otro lado, cuando hablamos de reducir la carga tributaria, hay otros dos términos que llaman a confusión:

  • Deducción. Es el proceso de reducir una cuota fiscal que se debe abonar, lo que implica pagar menos.
  • Exención. Es un mecanismo que deja un capital libre de tributación alguna, sobre todo, en lo referente al IVA.

En tercer lugar, el concepto de tipo también es algo complejo, más cuando hay varias clasificaciones:

  • General: 21 %, para las actividades no sujetas a ninguno de los dos siguientes tipos.
  • Reducido: 10 %, para ciertas prestaciones de servicios intracomunitarios.
  • Superrreducido: 4 %, para aquellos servicios considerados como esenciales para la sociedad.

Desgravaciones

De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, todos los autónomos —sin excepción— tendrán que efectuar la Declaración de la Renta para el próximo año. Por tanto, resulta prioritario que vayáis conociendo las desgravaciones a las que deberíais acogeros. De manera breve, os diremos que son mecanismos que reducen la cantidad que os sale a pagar o incrementa la que os sale a devolver:

  • Materiales para el negocio. Cualquier dispositivo o producto físico que necesitéis para vuestra actividad profesional, siempre y cuando dispongáis de la factura.
  • Vehículo. Si lo habéis adquirido con un préstamo, podéis desgravaros tanto los intereses que habéis abonado como el capital que estáis amortizando.
  • Gasolina u otros combustibles. Por lo general, se refleja el 50 %, pues el 100 % queda reservado a taxis y otros automóviles que solo se emplean con fines profesionales.
  • Facturas de suministros. La electricidad y el internet también son susceptibles de incluirse. Pero si trabajáis desde casa os resultará algo más complejo (lo mejor es contar con asesoramiento fiscal).
  • Dominio de la web. Las cuotas mensuales que abonáis por vuestra página se pueden incluir. Para ello, necesitáis solicitar factura al proveedor digital.

Llegados a este punto, esperamos que hayáis comprendido la facturación de autónomos necesaria para los 1.000 €. Recordad que es fundamental adelantarse a las obligaciones tributarias con el objetivo de evitar sanciones. De esta manera, vuestras actividades comerciales tendrán mayor estabilidad. ¡Conoced otros consejos de TICNegocios!